Austeridad
La austeridad, también llamada medidas de austeridad, es un conjunto de políticas económicas, que generalmente consiste en aumentos de impuestos, recortes de gastos o una combinación de ambos, utilizado por los gobiernos para reducir los déficits presupuestarios.
Medidas de austeridad En principio, se puede utilizar en cualquier momento en que exista preocupación acerca de que los gastos gubernamentales superen los ingresos públicos. A menudo, sin embargo, los gobiernos retrasan el recurso a tales medidas porque suelen ser políticamente impopulares. En cambio, los gobiernos tienden a depender de otros medios, por ejemplo, el financiamiento del déficit, que implica obtener préstamos de los mercados financieros, para mitigar los déficits presupuestarios a corto plazo, una decisión que generalmente requiere la adopción de medidas de austeridad más severas a largo plazo.
Históricamente, las medidas de austeridad se han implementado generalmente en tiempos de crisis económica, cuando son más fáciles de justificar para los gobiernos ante sus electorados y cuando a menudo son necesarias para mantener la solvencia crediticia de un país a los ojos de los prestamistas. Durante la crisis económica de Argentina en 1998-2002, el país adoptó severas medidas de austeridad, en gran parte siguiendo el consejo de su principal acreedor, el Fondo Monetario Internacional (FMI); incluyeron recortes en las pensiones y salarios del gobierno y en numerosos programas sociales, así como importantes aumentos de impuestos. A cambio, el FMI acordó otorgar un préstamo a bajo interés al gobierno argentino para ayudar a su debilitada economía. Rusia y Turquía pasaron por dificultades similares durante sus crisis económicas en 1998 y 2001, respectivamente. En Europa, la Gran Recesión de 2007-2009 obligó a muchos países de la zona euro (los países que utilizan el euro) a adoptar paquetes de austeridad similares. Grecia, Portugal, España, Irlanda, Italia y el Reino Unido implementaron políticas serias para apretarse el cinturón que implicaron recortes severos en programas sociales y aumentos de impuestos simultáneos.
El uso de medidas de austeridad en tiempos de dificultades económicas ha causó mucha controversia sobre su propósito y utilidad. Muchos economistas han señalado que las medidas tienen efectos contractivos y suelen exacerbar las recesiones económicas en curso. De hecho, en muchas partes del mundo, las medidas de austeridad impuestas después de las crisis económicas no han ayudado a los países a salir de la recesión más rápidamente y han provocado una gran indignación y protestas públicas. En Argentina, Rusia y Turquía, por ejemplo, muchos funcionarios gubernamentales de alto nivel renunciaron cuando los paquetes de austeridad inoportunos hicieron más daño que bien a sus economías. Las protestas lideradas por indignados (ciudadanos indignados) estallaron en España en mayo de 2011, principalmente impulsadas por la decisión del gobierno español de recortar el gasto público en programas sociales. En Grecia, el Movimiento de Ciudadanos Indignados ayudó a reunir a más de 300.000 personas frente al parlamento griego el 5 de junio de 2011, lo que resultó en meses de protestas, sentadas y, a veces, enfrentamientos violentos con la policía. Los eventos en Grecia finalmente llevaron a la derrota del partido Nueva Democracia y una primera victoria de Syriza, cuya principal promesa de campaña había sido poner fin a los programas de austeridad. Protestas similares tuvieron lugar en Irlanda, el Reino Unido y otras partes de Europa en 2010-2011, que por lo general resultaron en la renuncia de funcionarios gubernamentales clave.