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Llámalo como quieras: «chupete», «paci», «binky», «moopy», «nuk» «fuh-fuh ”: Este pequeño invento asombroso ha mantenido la cordura de los padres durante generaciones.
Los bebés nacen con varios reflejos que los ayudan a sobrevivir y uno de ellos está chupando. ¡Esto tiene sentido! Necesitan aprender a tragarse la leche materna (o fórmula), ya que ya no están conectados a un flujo continuo de nutrientes.
Hoy tenemos toneladas de adorables modelos de chupetes pequeños, algunos que incluso ¡Haga que el bebé parezca tener bigote o una dentadura completa! Pero el concepto no es nada nuevo. En el pasado, usaban huesos, coral y trapos retorcidos sumergidos en miel para dárselos al bebé para calmar y satisfacer la necesidad de succionar. Afortunadamente, la tecnología moderna nos ofrece opciones menos peligrosas.
Es cierto: los chupetes sí afectan los dientes del bebé
El problema número uno con los chupetes es que pueden causar maloclusión dental, un término elegante que significa que los dientes no están en la posición correcta para que la boca se cierre normalmente. Esencialmente, los dientes en desarrollo cambian para adaptarse a la presencia de un chupete en la boca.
Su pequeño puede desarrollar una mordida abierta anterior (donde sus dientes frontales sobresalen un poco), una mordida cruzada (donde algunos dientes se alinean correctamente pero otros no), un paladar inusualmente más estrecho o un arco superior más ancho de lo normal. Si ha oído hablar de los «dientes de chupete», esto es a lo que se refiere.
Y eso no es todo
Cualquier tipo de maloclusión puede aumentar el riesgo de que su hijo desarrolle caries. Los dientes están desalineados, son más difíciles de mantener limpios. La eliminación diaria de la placa es la clave para mantener a raya las caries.
La maloclusión también puede afectar la nutrición, el desarrollo del habla y la estructura facial general de su hijo a medida que crecen.
Una segunda forma en que los chupetes pueden afectar los dientes de su hijo es que pueden transferir gérmenes no deseados. Por supuesto, cualquier cosa que entre en la boca del bebé puede transportar microorganismos que pueden o no causar una infección. Sin embargo, si los padres intentan «Limpiar» el chupete de su bebé que se ha caído al suelo metiéndoselo en la boca antes de devolverlo al bebé, esto puede colonizar la boca del bebé con las bacterias que causan las caries. (¡Lo siento, padres!)
Es una buena idea limpiar adecuadamente los chupetes de su hijo con frecuencia, especialmente si tiene mascotas o si tiene zapatos de exterior puestos mientras está dentro de la casa.
La advertencia
Sí, los chupetes afectan los dientes de su hijo. Pero la mayoría de los expertos dicen que si usted frena el hábito a la edad de 2 años, cualquier maloclusión dental se resolverá a medida que el niño crezca. El problema con los chupetes es el uso prolongado del chupete, especialmente a medida que su hijo se acerca a la aparición de los dientes adultos.
Lo mejor que puede hacer por la salud bucal de su pequeño es ayudarlo a mantener una dosis dos veces al día. ritual de higiene y llévelos a las visitas dentales de rutina, comenzando después de que les haya salido el primer diente. Su dentista podrá detectar cualquier problema desde el principio y aconsejarle sobre cómo cuidar mejor a su pequeño.