Descripción general
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La investigación sugiere una asociación inversa entre el consumo moderado de café y el riesgo de desarrollar una variedad de hígado enfermedades que incluyen cáncer, fibrosis, cirrosis y enfermedad del hígado graso no alcohólico (NAFLD) 1-20. El consumo moderado de café se define típicamente como 3-5 tazas por día, según la revisión de la seguridad de la cafeína de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria21.
En 2016, la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) publicó una evaluación de café, mate y bebidas muy calientes 1. Después de revisar la evidencia científica disponible públicamente, el Grupo de Trabajo de la IARC no encontró una asociación clara entre la ingesta de café y el cáncer en ningún sitio del cuerpo y sugirió que beber café en realidad puede ayudar a reducir el riesgo de ciertos cánceres, incluido el cáncer de hígado1.
Los metanálisis han sugerido que el consumo de café versus ningún consumo de café está asociado con una reducción del riesgo de cáncer de hígado de hasta un 40% (aunque esto depende de la dosis) 2-5.
Más información sobre La guía de la IARC se puede encontrar en nuestra hoja informativa sobre el cáncer, disponible aquí
Las investigaciones sugieren que la ingesta de café se asocia con un riesgo reducido de cirrosis6-9, fibrosis8,10,11, enfermedad hepática crónica6,10,11, y de desarrollar NAFLD6,12-20. La investigación en pacientes con enfermedad hepática avanzada relacionada con la hepatitis C también sugiere que el consumo regular y moderado de café se asocia con tasas más bajas de progresión de la enfermedad22-24.
Se están investigando varios mecanismos posibles para ayudar a comprender en qué medida la cafeína está asociada con la asociación inversa entre el consumo de café y estas enfermedades hepáticas; por ejemplo, el principal metabolito primario de la cafeína, la paraxantina, parece suprimir la síntesis de CTGF (factor de crecimiento del tejido conectivo) a través de una cascada de ciclos de control, que posteriormente ralentiza la progresión de la fibrosis hepática, la cirrosis y el cáncer de hígado9,24-26. Otros mecanismos sugeridos incluyen los efectos anticancerígenos del cafestol y kahweol27 y los posibles efectos de los ácidos clorogénicos en la reducción del estrés oxidativo28-30.