Dolor en el antebrazo: Epicondilitis
Dra. Capellas, ¿qué es la epicondilitis y por qué se produce? La epicondilitis es la inflamación de los tendones que se origina en el codo y va hasta la mano. Puede aparecer por movimientos repetitivos que hacemos con la mano y con la muñeca. Se puede producir tanto jugando al tenis, ya sea porque se utiliza una mala técnica, o realizando tareas periódicas. Por ejemplo, las secretarias o cualquier persona que trabaja habitualmente con el ordenador, si no hay una posición correcta, los tendones se sobrecargan y deriva en esta inflamación.
¿Qué síntomas tiene? Los síntomas son principalmente dolor debido a determinados gestos. Sobre todo en la consulta, cuando viene un paciente con este problema, lo que suele decir dice es que al coger un peso, por ejemplo una jarra para poner agua, le duele. O bien cuando está mucho rato trabajando con el teclado del ordenador, también le molesta. O haciendo deporte, le duele cuando coge la raqueta.
¿Cómo se puede prevenir? Lo más importante es precisamente tratar de evitar que se produzca. Esta comprobado que los movimientos repetitivos y las malas posturas pueden provocar dolor en el antebrazo, por lo tanto hay que tratar de hacer unos ejercicios de rehabilitación concretos para evitar dichas posturas. En general se trata de estirar toda la musculatura del dorso del brazo, haciendo un movimiento de la mano hacia arriba y después hacer lo mismo con la musculatura contraria, con la mano hacia abajo. Además de estirar la musculatura, también se debe hacer ejercicio para reforzarla. Así, cuando se le exige más de la cuenta, esta musculatura estará preparada.
¿Cómo se puede aliviar o eliminar el dolor de antebrazo? Aliviar la epicondilitis o codo de tenista depende del tiempo que llevemos sintiendo el dolor, ya que si no se previene o no se rehabilita se puede cronificar. De entrada tenemos el tratamiento inmediato, que consiste en poner hielo cuando tenemos un dolor fuerte y tomar un antiinflamatorio. Después ya viene el tratamiento de rehabilitación. Por un lado se trata de un tratamiento antiinflamatorio y para el dolor: pueden ser corrientes o ultrasonidos, o bien técnicas específicas como masajes o acupuntura. En definitiva, tratamiento del dolor. Y, por otra parte, insistir en los ejercicios y los estiramientos preventivos.