Error de atribución fundamental
Antes de aprender sobre el error de atribución fundamental, primero debe tener un conocimiento sólido de la teoría de atribución. Si no sabe qué es, le recomiendo leer: Teoría de la atribución primero.
Teoría de la atribución
En resumen, la teoría de la atribución establece que tenemos una tendencia a explicar el comportamiento de alguien en términos de su personalidad y disposición (interno), o en términos de la situación (externo).
Por ejemplo,
Sheila reprobó su examen final. Rita asume automáticamente que la razón es la incapacidad de Sheila para estudiar. Debido a que las atribuciones involucradas en la explicación son internas (problemas personales de Sheila), es un ejemplo de atribución disposicional o interna.
Asimismo, Sheila explica que la razón de su fracaso fue porque las preguntas eran difíciles, en lugar de su incapacidad para responderlas. Ella culpa a la situación más que a sí misma. Este es un ejemplo de atribución situacional o externa.
Si culpó a la incapacidad de Sheila para estudiar su personalidad, entonces cometió el error fundamental de atribución.
Error de atribución fundamental
El error de atribución fundamental también se conoce como efecto de atribución o sesgo de correspondencia.
Nuestra tendencia a explicar el comportamiento de alguien en función de los factores internos, como la personalidad o la disposición, se explica como error fundamental de atribución. El uso del error en el término «error de atribución fundamental» no es una coincidencia. Implica que nuestro juicio puede estar equivocado.
Si bien no significa necesariamente que todo comportamiento se deba a una situación externa, a menudo somos demasiado rápidos para explicar el comportamiento de alguien en términos de su personalidad o disposición. Este contexto es particularmente cierto cuando el comportamiento es negativo.
Ejemplos de error fundamental de atribución en el mundo real
El famoso ejemplo de error fundamental de atribución se refiere a la conducción.
Cuando alguien nos interrumpe mientras conducimos, inmediatamente pensamos que el conductor es un ‘idiota egocéntrico’, que no tiene respeto por nadie en la carretera. No dudamos ni por un momento en etiquetar al conductor como una mala persona.
Por otro lado, cuando cortamos a alguien en el tráfico, inventamos excusas para validar nuestras acciones. Si bien tendemos a juzgar el comportamiento del otro conductor según su personalidad o rasgos de disposición, tendemos a culpar a los factores situacionales de nuestras propias acciones.
Error de atribución fundamental en las películas
Error de atribución fundamental se muestra comúnmente en las películas. Varios personajes de las películas se consideran malos o malvados por naturaleza.
En términos simples, un tipo malo es un tipo malo que hace cosas malas porque es un tipo malo.
Veamos el película ‘The Breakfast Club’.
En la película, un personaje llamado Bender es retratado como libre, agresivo e irrespetuoso. Lo que no vemos es su dura vida hogareña. La agresividad no es algo con lo que nació, sino que tuvo que volverse duro debido al constante abuso físico y verbal del que tuvo que defenderse a diario.
Hay muchos otros ejemplos en los que no solo los personajes de la película, pero nosotros, como público, tampoco consideramos los factores externos que impulsan a un personaje.
Conclusión
Nuestra tendencia a racionalizar nuestro comportamiento mientras ridiculizamos el de otra persona es mejor explicado como sesgo de atribución fundamental. La naturaleza humana exige que seamos parciales. A nadie le gusta ser duro con su propio carácter, por muy justo y justificable que sea.
Un estudio reveló que es más probable que culpemos el comportamiento de una persona a sus acciones el 65% de las veces. Pero cuando hacemos lo mismo, solo tendemos a asumir la responsabilidad el 44% del tiempo.
Una palabra de Psychestudy
El error fundamental de atribución solo entra en juego cuando nos equivocamos sobre nuestro juicio. Hay muchos casos en los que una persona puede cometer ciertas acciones por completo debido a su propia personalidad.
Por ejemplo,
Un hombre puede estar desempleado porque es vago.