Hipersensibilidad visceral tras la ingesta de agua fría en sujetos con síndrome del intestino irritable
Antecedentes: Se ha demostrado que la hipersensibilidad visceral está presente en el síndrome del intestino irritable (SII). Este estudio buscó investigar la sensibilidad rectal y los síntomas abdominales en pacientes con SII antes y después de la ingesta de 220 ml de agua fría.
Métodos: En este estudio participaron un total de 60 pacientes con SII y 18 controles sanos. Se midieron tanto los umbrales de percepción como los umbrales de defecación a la distensión del balón rectal. Luego, se pidió a todos los sujetos que bebieran 220 ml de agua tibia a 37 grados C o agua fría a 4 grados C, y estos pasos se repitieron 20 minutos después. Durante el estudio se registraron síntomas que incluían dolor / malestar abdominal, distensión abdominal y diarrea.
Resultados: en comparación con los controles, los umbrales de sensación inicial a la distensión del balón rectal en pacientes con SII fueron significativamente más bajos, mientras que los umbrales de defecación fueron más altos en pacientes con SII con estreñimiento predominante. Después de beber agua fría, los umbrales de percepción en pacientes con SII y los umbrales de defecación en pacientes con SII con predominio de diarrea disminuyeron aún más. Sin embargo, la ingesta de agua tibia no cambió significativamente los umbrales de percepción ni en los pacientes con SII ni en los controles. Se encontró una correlación lineal negativa entre los síntomas y los umbrales de percepción visceral en pacientes con SII con predominio de diarrea que mostraron síntomas significativos después de la ingesta de agua fría.
Conclusión: Los resultados indicaron que la ingesta de agua fría conduce a umbrales de percepción visceral más bajos en pacientes con SII que eran inversamente relevantes a los síntomas abdominales en pacientes con SII sintomático con predominio de diarrea. La alteración de la sensibilidad rectal y los síntomas abdominales después de la estimulación con agua fría proporcionó evidencia objetiva adicional de hipersensibilidad visceral en pacientes con SII.