Hipo: ¿por qué tenemos hipo?
La mayoría de nosotros ha experimentado hipo, una experiencia incómoda, a veces vergonzosa, pero generalmente de corta duración. Pero, a veces, el hipo persiste durante un período prolongado y puede ser un signo de una enfermedad subyacente grave.
¿Qué es el hipo?
El hipo son estallidos de actividad inspiratoria (inhalación). Los músculos que usamos cuando inhalamos son los músculos intercostales situados entre las costillas y el diafragma, una capa de músculo debajo de los pulmones. Un hipo es una contracción involuntaria del diafragma, seguida del cierre repentino de las cuerdas vocales; esto produce el característico sonido del hipo.
Causas del hipo
El hipo es muy común y la mayoría de la gente tendrá hipo en algún momento. La mayoría de los casos simples de hipo se producen después de comer o beber demasiado o demasiado rápido. El estómago, que se encuentra justo debajo del diafragma, se distiende y lo irrita. Esto hará que el diafragma se contraiga, como ocurre cuando inhalamos.
Las bebidas gaseosas carbonatadas pueden causar hipo, y el alcohol es otra causa común de hipo. El tabaquismo excesivo también puede provocar hipo. Los alimentos picantes y picantes, como el curry, pueden desencadenar hipo.
A veces, el hipo se produce debido a una alteración de las vías nerviosas desde el cerebro hasta los músculos involucrados. Esto explica por qué el hipo puede ocurrir con cambios de temperatura o situaciones emocionales. También es la razón por la que un choque repentino a veces puede anular un ataque.
El hipo persistente puede significar problemas en el cerebro (como accidente cerebrovascular, tumores, infecciones o esclerosis múltiple), la médula espinal o cualquiera de las estructuras alrededor del diafragma o la pared torácica. Entonces, el hipo crónico que dura días, meses o incluso años, puede indicar una enfermedad subyacente grave y debe investigarse.
Tratamiento
Todos tenemos su propio remedio para curar el hipo. El simple hecho de contener la respiración suele ser eficaz para los episodios breves de hipo, pero por lo general desaparecen por sí solos. Algunas personas descubren que tocar o levantar suavemente su úvula (la estructura colgante en la parte posterior de la garganta) con un bastoncillo de algodón o similar detendrá un ataque de hipo, pero tenga en cuenta que esto estimulará el reflejo nauseoso.
Otros métodos incluyen beber agua helada, tragar algo dulce como una cucharada de azúcar o sentarse, mientras se inclina hacia adelante y levanta las rodillas para comprimir el pecho.
Si tiene hipo que ha desaparecido durante 2 días o más, o si tiene episodios recurrentes de hipo, debe consultar a un médico para averiguar si hay una causa subyacente que necesite tratamiento.
Lo que su médico puede hacer por usted
Si tiene problemas de hipo, su médico puede:
- descartar enfermedades subyacentes graves que provoquen hipo;
- recetar antiespasmódicos;
- tratar enfermedades subyacentes que pueden estar causando hipo; o
- derivarlo a un cirujano que puede recomendarle una cirugía de los nervios que irrigan el diafragma, si tiene ataques de hipo graves o persistentes.