Índice de líquido aminótico y su correlación con el crecimiento fetal y el resultado perinatal
El presente estudio se realizó para medir el AFI en embarazos de alto riesgo y correlacionarlo con el resultado fetal. La edad media de la madre en este estudio fue de 24,31 ± 3,19 años. Magann y col. en 1999 y 1997 informaron la edad materna media de 24,8 ± 5,3 y 24,5 ± 0,5 años, respectivamente, lo que fue comparativo con nuestro estudio. En nuestro estudio, la paridad no tiene relación con la distribución de casos como se vio en el estudio realizado por Magann et al. .
En nuestro estudio, de 29 pacientes con AFI < 8 cm, 12 (41,4%) pacientes tenían RCIU. O’Brien et al. concluyó que el retraso del crecimiento fetal se asocia significativamente con un AFI de 7 cm o menos (P ≤ 0.001).
En este estudio, de seis pacientes con embarazo postérmino, oligohidramnios (AFI < 5 cm) se observó en 2 (33,3%) casos. En un estudio realizado por Marks y Divon sobre el embarazo a término, se demostró oligohidramnios en 59 (11,5%) pacientes. Si la diabetes se asocia con macrosomía y defectos del tubo neural, se puede desarrollar polihidramnios. En nuestro estudio, se observó que el AFI medio de cinco pacientes con diabetes fue mayor (12,3 cm) que el de los pacientes no diabéticos (11,5 cm) aunque no fue estadísticamente significativo (valor de p ≥ 0,1).
En el En el presente estudio se estudió el IAP según la edad gestacional. El AFI medio fue de 11,567 cm. Se observó un AFI máximo de 13,13 cm (media) a las 34-36 semanas de gestación, que disminuyó gradualmente a 9,085 (media) después de 40 semanas. De manera similar, Phelan et al. demostraron un AFI medio de 12,9 ± 4,6 en 353 embarazos en la edad gestacional que van de 36 a 42 semanas. Bowen-Chatoor y Kulkarni demostraron un AFI medio de 9,93 ± 4,37 cm a las 42 semanas, que es comparable a nuestro estudio.
En nuestro estudio, se observó que el AFI medio de cinco pacientes con embarazo Rh negativo fue más, es decir, 12,84 cm que el resto de pacientes, es decir, 11,5 cm. El peso medio materno en nuestro estudio fue de 64,87 ± 9,66 kg, con la mayoría de los casos entre 50 y 65 kg. Cincuenta y cuatro (68,35%) pacientes tuvieron inicio espontáneo del trabajo de parto, mientras que 25 (31,64%) fueron inducidas. La principal indicación para la inducción fue PIH, RCIU seguido de embarazo posfechado.
En este estudio, de 29 pacientes con AFI bajo (< 8 cm), seis (20,7%) tuvieron parto con fórceps, mientras que 13 (44,8%) pacientes tuvieron cesárea. De 61 pacientes con AFI normal, 47 (77%) tuvieron un parto normal. Según Rutherford et al. , la incidencia de cesárea fue del 58% en pacientes con AFI < 8 cm, que es un poco más que nuestro estudio. Su tasa de cesáreas en pacientes con AFI > 18 cm fue del 41%, que fue baja (30%) en nuestro estudio.
En nuestro estudio, 15 casos tenían licor teñido de meconio, de los cuales ocho (53,33%) tenían puntuaciones bajas de AFI (≤8 cm). En un estudio de Golan et al. , se observó una alta incidencia de tinción de licor con meconio (29,1%) en oligohidramnios. En otro estudio de Magann et al. , se observó líquido amniótico teñido con meconio en el 13,8% de los pacientes con AFI ≤ 5 cm. En nuestro estudio, de ocho pacientes con AFI bajo (≤5 cm), dos (25%) tenían bradicardia fetal. En un estudio similar de Magann et al. , se encontró que en pacientes con AFI < 5 cm, el 24% de los pacientes tenían bradicardia fetal, que era comparable a nuestro estudio.
En nuestro estudio, cuatro los pacientes tenían bebés con anomalías congénitas, de los cuales, dos (50%) tenían un AFI bajo < 8 cm y uno tenía un AFI > 18 cm. En el estudio realizado por Martinez-Frias et al. en los recién nacidos malformados, el 3,01% presentaba oligohidramnios. Las anomalías renales y los defectos pulmonares se asociaron con oligohidramnios. Informaron polihidramnios en el 3,69% de los casos de su estudio. Las anomalías esofágicas y gastrointestinales, defectos del tubo neural y otras malformaciones del sistema nervioso central se asociaron con polihidramnios. En nuestro estudio, la osteogénesis imperfecta y el CTEV bilateral se asociaron con un AFI bajo de < 8 cm, y la fístula traqueoesofágica se asoció con un AFI > 18 cm.
En nuestro estudio la tasa de mortalidad perinatal fue del 7%. De estos siete casos, tres bebés (42,85%) tenían malformaciones congénitas graves, dos casos (28,57%) tenían un AFI bajo de < 8 cm y dos casos (28,57%) tenían un AFI > 18 cm. Biggio y col. reportaron una mortalidad perinatal del 6% en su estudio de 370 mujeres, que fue comparable a nuestro estudio.