La curcumina y el cáncer
La curcumina es un componente de la cúrcuma, una especia que se cosecha de los rizomas de la raíz de una planta herbácea perenne de la familia del jengibre (Curcuma longa) .1 Se ha utilizado la cúrcuma por sus propiedades medicinales durante miles de años, y es una especia de uso común en los alimentos asiáticos e indios.
Se supone que la curcumina tiene múltiples efectos que promueven la salud, como aliviar la inflamación, el dolor y los síntomas metabólicos síndromes. También hay afirmaciones de que la curcumina tiene propiedades contra el cáncer.
Efectos contra el cáncer
Hay múltiples estudios que sugieren que la curcumina tiene propiedades anticancerígenas, pero la mayoría de ellas se realizaron in vitro.2,3 Estos estudios sugieren que la curcumina inhibe la proliferación celular e induce la detención del ciclo celular, la apoptosis y la senescencia, a través de varios mecanismos, a través de múltiples tipos diferentes de líneas de células cancerosas. Se ha demostrado que la curcumina disminuye la expresión de múltiples enzimas, factores de transcripción, citocinas inflamatorias, factores de crecimiento y otros componentes de señalización celular que son importantes para el crecimiento y la progresión del cáncer.1
Continuar leyendo
Por ejemplo , un hallazgo consistente en múltiples estudios de diferentes líneas celulares de cáncer es que la curcumina regula a la baja la expresión del factor de transcripción NF-κB, que comúnmente es altamente expresado por las células cancerosas y se sabe que promueve el desarrollo de cáncer, metástasis y crecimiento tumoral. 2 Además, la curcumina detiene el ciclo celular en las fases G1 / S o G2 / M mediante la inhibición de diferentes ciclinas. La curcumina también induce la apoptosis a través de vías dependientes de caspasa y disminuye la expresión de proteínas antiapoptóticas.
La curcumina se ha evaluado en modelos animales de diferentes tipos de cáncer.3 Estos estudios generalmente han demostrado que la curcumina tiene efectos antiproliferativos. Por ejemplo, un modelo de ratón de cáncer colorrectal (CCR) que fue tratado con inyección intraperitoneal de curcumina o control de vehículo demostró que la curcumina prolonga la vida e inhibe el crecimiento tumoral.4 Estos datos también sugieren que la curcumina regula al alza el miARN miR-130a, lo que reduce la Wnt / β-catenina y condujo a una supervivencia prolongada.
Los estudios en modelos animales de cáncer de mama demostraron que la curcumina también regula a la baja el NF-κB, reduce la metástasis e inhibe la señalización angiogénica, lo que resulta en una menor formación de microvasos.5 Animal Los estudios del cáncer de páncreas también han demostrado que la curcumina inhibe el crecimiento tumoral, suprime la proliferación y reduce la angiogénesis.6