Mirada positiva incondicional
La consideración positiva incondicional (UPR) es aceptación incondicional, amor o cariño. El término se le atribuye al psicólogo humanista Carl Rogers. Se diferencia del amor incondicional en que no es necesario que haya sentimientos reales de calidez y afecto detrás de la actitud. Más bien, la consideración positiva incondicional requiere que una persona sea cálida y tolerante incluso cuando otra persona ha hecho algo cuestionable. Si bien la mayoría de los padres intenta dar a sus hijos amor incondicional, pocos les otorgan una consideración positiva incondicional. Muchos terapeutas abogan por dar a sus clientes una consideración positiva incondicional como parte del proceso terapéutico. La UPR se asocia más notablemente con la terapia centrada en la persona o la terapia rogeriana.
Cómo funciona la mirada positiva incondicional en la terapia
La demostración de la UPR por parte de un terapeuta puede alentar a las personas a compartir sus pensamientos , sentimientos y acciones sin temor a ofender al terapeuta. Un terapeuta podría simplemente pedirle a un cliente que explique por qué se comportó de una manera particular, en lugar de condenar la acción de la persona o preguntar cómo se habría sentido la otra persona.
Algunos terapeutas creen que UPR puede servir como un sustituto temporal del amor de los padres que puede ayudar a los clientes a ganar confianza para explorar sus problemas. Esta creencia está fuertemente influenciada por Sigmund Freud y no es popular entre los profesionales de la salud mental contemporáneos.
Inconvenientes de la mirada positiva incondicional
La UPR puede ser especialmente problemática en la consejería de parejas, donde las parejas a menudo desean un árbitro que les dirá cuando estén haciendo algo perjudicial para la relación. Cuando los clientes sienten que la UPR en terapia es artificial, puede ser contraproducente. Por ejemplo, algunas personas quieren que un terapeuta les diga cuando están haciendo algo mal, para que tomen conciencia del comportamiento.
Puede ser difícil para un terapeuta mantener la EPU, particularmente cuando una persona está haciendo algo negativo o elecciones poco saludables de forma recurrente. En consecuencia, muchos terapeutas intentan lograr un equilibrio manteniéndose positivos, optimistas y sin prejuicios, mientras que al mismo tiempo señalan cuando las acciones de una persona son dañinas para sí misma o para los demás.