Mothballs = Poison (Español)
Publicado en Colecciones por Kathleen Watkin el 25 de agosto de 2014
Las bolas de naftalina se utilizan con mayor frecuencia para evitar que los insectos, más específicamente las polillas de la ropa que fabrican cajas y las correas, coman textiles de origen animal, como lana y plumas. Esto no quiere decir que no comerán otros materiales, pero este es el más común. En el pasado, muchas personas usaban bolas de naftalina mientras su ropa estaba almacenada y necesitaban protección. Cabe señalar que las bolas de naftalina no son un conservante y no evite que los textiles (u otros objetos) se deterioren por sí solos. Consulte las publicaciones de blog anteriores sobre los 10 agentes del deterioro para obtener información sobre cómo evitar que se deteriore la colección de su museo.
Compuesto de naftalina o paradicolorbenceno, las bolas de naftalina disuaden y matan insectos. Redondas y blancas (como pelotas de golf), la presencia de bolas de naftalina se detecta fácilmente por su olor distintivo (alcanfor). Este olor es el resultado de cómo funcionan las bolas de naftalina. A través de la sublimación, el producto sólido se vaporiza en el aire a bajas temperaturas, como la temperatura ambiente. Originalmente, las bolas de naftalina estaban destinadas a ser utilizadas en espacios cerrados, pero la gente las ha utilizado incorrectamente colocándolas en espacios abiertos, como habitaciones enteras, y puede resultar en muchos problemas. El problema radica en esto, las bolas de naftalina son venenosas.
Si puede oler bolas de naftalina, las está inhalando y exponiéndose a sus efectos dañinos. La exposición a las bolas de naftalina puede provocar mareos, dolores de cabeza, náuseas, desorientación y dificultad para respirar. Una vez que haya experimentado esto, no lo olvidará (¡créanos!). Si ha estado expuesto a bolas de naftalina por inhalación, las hojas de datos de seguridad de materiales (MSDS) dicen que debe ir a un área no contaminada: salga y respire aire fresco. La exposición repetida y prolongada podría resultar en cataratas, así como daño hepático y renal.
No permita que niños o animales entren en contacto con bolas de naftalina ni permita que las consuman (esto debería ser evidente). En caso de ingestión, busque atención médica de inmediato.
Si ha encontrado bolas de naftalina, no las toque con las manos desnudas: use guantes. Deséchelos de la misma manera que elimina otros residuos domésticos peligrosos. Asegúrese de lavarse las manos también después.
Si encuentra una infestación en su colección, ya sea polillas u otros tipos, llámenos y lo ayudaremos a remediar la situación. Por favor no recurra a las bolas de naftalina.
Landi, Sheila (1992). The Textile Conservator «s Manual 2nd Ed. Oxford: Butterworth-Heinemann Ltd.