Síndrome de Lennox-Gastaut
Tratamiento
Las convulsiones LGS pueden ser difíciles de tratar. Las convulsiones a menudo no responden a los medicamentos anticonvulsivos. Los medicamentos se pueden usar en combinación con una dieta especial y cirugía.
La cirugía puede ser una opción si los medicamentos no pueden controlar las convulsiones. Un estimulador del nervio vago (VNS) a veces se implanta y se usa con medicamentos antiepilépticos para reducir las convulsiones. El VNS es una herramienta que se coloca debajo de la piel del pecho. Envía energía eléctrica a través del nervio vago en el cuello al cerebro.
Ciertos tipos de epilepsia se pueden controlar con una dieta cetogénica. Esta es una dieta alta en grasas y baja en carbohidratos que se usa con mayor frecuencia para los niños que no han respondido a los medicamentos.
La callostomía del cuerpo es otra opción de tratamiento. El cuerpo calloso es una banda de fibras nerviosas ubicada en lo profundo del cerebro que conecta las dos mitades (hemisferios) del cerebro. Ayuda a que las mitades del cerebro compartan información, pero también contribuye a la propagación de los impulsos convulsivos de un lado del cerebro al otro. Una callostomía del cuerpo es una operación que corta el cuerpo calloso, interrumpiendo la propagación de las convulsiones. Por lo general, las convulsiones no se detienen por completo después de este procedimiento. Seguirán ocurriendo en el lado del cerebro donde comienzan. Por lo general, serán menos graves, ya que ya no pueden extenderse al otro lado del cerebro.
Se puede realizar una callostomía del cuerpo en personas con los síntomas más extremos y formas incontrolables de epilepsia, cuando las convulsiones frecuentes afectan a ambos lados del cerebro. Las personas que se consideran para la callostomía del cuerpo son generalmente aquellas que no responden al tratamiento con medicamentos anticonvulsivos.
Los candidatos para la callostomía del cuerpo se someten a una evaluación previa a la cirugía exhaustiva, incluida la monitorización de las convulsiones electroencefalografía (EEG), resonancia magnética (MRI) y tomografía por emisión de positrones (PET). Estas pruebas ayudan al médico a determinar dónde comienzan las convulsiones y cómo se diseminan en el cerebro. También ayuda al médico a determinar si una callostomía de cuerpo es un tratamiento apropiado
El personal del Programa de Epilepsia Cedars-Sinai trabajará con cada paciente para determinar la mejor opción de tratamiento.