Sofocos
¿Cómo afectan los sofocos a las pacientes con cáncer?
Con mayor frecuencia asociados con la menopausia, los sofocos también pueden ser provocados por ciertos cánceres o tratamientos, especialmente aquellos que afectan el equilibrio hormonal del cuerpo o la capacidad de regular la temperatura. Los tratamientos que desencadenan la menopausia temprana, como la quimioterapia para tratar el cáncer de mama, por ejemplo, o la cirugía para extirpar los ovarios, también pueden provocar sofocos.
La reacción a menudo se produce cuando los niveles hormonales bajan. Ese cambio afecta al hipotálamo, la parte del cerebro que controla la temperatura corporal y otras funciones, lo que hace que interprete mal la señal como una señal de que el cuerpo está demasiado caliente. La epinefrina, el portador de mensajes del sistema nervioso, transmite ese mensaje instantáneamente por todo el cuerpo. Los sofocos son el intento del cuerpo de deshacerse del calor rápidamente. El corazón comienza a bombear más rápido, los vasos sanguíneos de la piel se dilatan para liberar calor y la piel comienza a sudar en un intento de enfriar el cuerpo.
La sensación con mayor frecuencia aparece repentinamente, a veces comenzando con una sensación de malestar, seguida de calor intenso en la cara y / o parte superior del cuerpo. Luego, el calor puede extenderse por todo el cuerpo. Los sofocos suelen durar de 30 segundos a 30 minutos y pueden estar precedidos o acompañados de latidos cardíacos rápidos, mareos, dolor de cabeza, ansiedad o náuseas. Con mucha frecuencia, provocan sudoración extrema (a veces llamados «sudores nocturnos» cuando se activan durante el sueño) y pueden dejar el cuerpo empapado.
Aparte de la incomodidad física y el estrés que puede causar, los sofocos también pueden provocar dificultad para dormir, que puede convertirse en insomnio crónico, lo que afecta aún más el bienestar general. Los pacientes que experimentan sofocos lo consideran un impacto perjudicial importante en la calidad de vida, según el Instituto Nacional del Cáncer (NCI).
¿Qué posibilidades hay de que los pacientes con cáncer experimenten sofocos?
Los sofocos son efectos secundarios comunes para los pacientes con cáncer, especialmente las mujeres, pero también afectan a algunos hombres, según el NCI. El instituto estima que los sofocos afectan a dos de cada tres mujeres posmenopáusicas que han tenido cáncer de mama, y el 44 por ciento de ellas también experimentan sudores nocturnos.
¿Cómo puede ayudar la atención integral?
Los planes de atención integral personalizados pueden ayudar, pero cada uno debe estar diseñado específicamente para el individuo idual involucrado, porque algunas terapias de apoyo pueden no ser apropiadas para pacientes con cánceres relacionados con hormonas.
Los servicios de atención de apoyo que pueden recomendarse incluyen:
Salud del comportamiento
Las terapias que ayudan con las emociones negativas como el estrés y la ansiedad pueden ayudar a aliviar los sofocos, según el NCI. Los terapeutas de salud conductual pueden ayudar a los pacientes a aprender estrategias de afrontamiento y técnicas de manejo del estrés. Los ejercicios de respiración y relajación pueden reducir la frecuencia cardíaca y promover una sensación de calma, lo que ayuda a disminuir los síntomas que acompañan a los sofocos. Las imágenes guiadas, que enseñan a los pacientes a visualizarse a sí mismos en un ambiente tranquilo que les brinda una sensación de paz y comodidad física y emocional, también pueden ayudar. La hipnosis también ha sido útil para algunas mujeres para reducir la aparición de sofocos.
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