Spartacus Educational (Español)
La Guerra de Corea le mostró al gobierno estadounidense que la amenaza comunista no se limitaba a Europa. Dos regiones en particular parecían vulnerables al comunismo, Indochina y América Latina. Indochina había sido colonizada por los franceses a finales del siglo XIX, pero Japón la perdió durante la Segunda Guerra Mundial. Los grupos de resistencia establecidos para luchar contra los japoneses a menudo contenían partidarios del partido comunista y, después de la victoria aliada en 1945, Francia intentó restablecer el control. Los gobiernos occidentales temían que si Francia no tenía éxito en esto, el comunismo podría extenderse por todo el sudeste asiático.
El mismo razonamiento se aplicó a América Latina después de que los guerrilleros, bajo el liderazgo de Fidel Castro, derrocaron a Fulgencio. Batista, el dictador de derecha de Cuba en 1959.
Para justificar su apoyo a Vietnam del Sur, el presidente Dwight Eisenhower y el vicepresidente Richard Nixon propusieron la «teoría del dominó. Se argumentó que si el primero El dominó es derribado y el resto cae a su vez. Aplicando esto al sudeste asiático, argumentó que si Vietnam del Sur fue tomado por comunistas, entonces los otros países de la región como Loas, Camboya, Tailandia, Birmania, Malasia e Indonesia,
John F. Kennedy fue elegido presidente de los Estados Unidos en noviembre de 1960. En el primer discurso que pronunció ante el público estadounidense como su presidente, Kennedy dejó en claro que tenía la intención de continuar Elsenhower «s política de apoyo a las ONG Dinh Diem y su gobierno de Vietnam del Sur. Argumentó que si Vietnam del Sur se convirtiera en un estado comunista, todo el mundo no comunista estaría en riesgo. Si Vietnam del Sur caía, le seguirían Laos, Camboya, Birmania, Filipinas, Nueva Zelanda y Australia. Si no se detuviera el comunismo en Vietnam, se extendería gradualmente por todo el mundo. Kennedy continuó argumentando: «Ningún otro desafío merece tanto nuestro esfuerzo y energía … Nuestra seguridad puede perderse pieza por pieza, país por país». Bajo su liderazgo, Estados Unidos estaría dispuesto a: «pagar cualquier precio, soportar cualquier carga, enfrentar cualquier dificultad, apoyar a cualquier amigo, oponerse a cualquier enemigo para asegurar la supervivencia y el éxito de la libertad».